El estudivo de arquitectura Architektu Biuras G.Natkevicius ir Partneriai nos presenta este crematorio en Lituania donde decenas de ventanas cuadradas se encuentran dispersas por toda la fachada de muros de hormigón dando la sensación de estar ante una fortaleza.
El edificio de una sola planta está situado en un entorno industrial del que pretende distanciarse adoptando una estructura cerrada y una imagen austera.
Esta forma cerrada crea un espacio, a modo de vasija, donde guardar o resguardarse de aquellos sentimientos que provocan dolor en el ser humano.
En el interior un patio de estilo japonés presidido por un olmo, es el encargado de recibir a los visitantes e intenta que ellos dejen en este lugar sus malos sentimientos, a modo de filtro emocional.
Reflejo de esto es el uso de materiales con colores apagados: hormigón, vidrio, yeso, alumino, madera; hacen que el estado de ánimo no se altere.
Fotografía realizada por Gintaras Česonis
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